El Día del Campesino se celebra cada año en Colombia el 2 de junio para reconocer su labor como productores de alimentos, y guardianes y guardianas de la tierra y las semillas.
Pero, además de esto, los campesinos y campesinas tienen un papel muy importante en la conservación de las tradiciones culturales rurales de nuestro país, que toda la ciudadanía debería conocer.
Esa es precisamente la labor incansable que han desempeñado don Obdulio Vargas y doña Delia Ramírez, una pareja de campesinos que vive hace 40 años en la vereda Las Margaritas, en la localidad de Usme.
Esta pareja, amante de la música parrandera, caracterizada por los instrumentos de cuerda y el contrapunteo, han conformado un grupo musical llamado Los Caminantes de Margaritas Nueva Generación, del que también hacen parte su hijo y tres nietos.
“Cuando yo tenía como 12 años, mis tíos, que murieron todos como de 80 años, eran los que daban las serenatas en el Sumapaz (de donde Obdulio es oriundo). Yo me iba desde Pasca, Cundinamarca, donde estudié la primaria, para los festivales que hacían en la veredas solo para ver a los músicos, así que desde muy pequeño me ha gustado el tema, pero hace 40 años es que aprendí a tocar bien y tengo mi grupo musical”, cuenta Obdulio.
Este campesino de 63 años de edad se ha dedicado a tocar la guitarra puntera; su hijo, que tiene 40 años y sufre de glaucoma, está en la marcante; doña Delia está en los coros, y los nietos interpretan la guacharaca y en cencerro.
“Nuestras canciones son muy bonitas. Hablan mucho del amor, de los sentimientos, pero también hablan de la realidad. Nosotros ya grabamos cuatro canciones inéditas y por eso ya nos reconocen mucho por acá”, dice Obdulio. Margaritas Joya de Oro y Homenaje al Campesino son algunos de los temas con más reproducciones en YouTube.
Además de la música, Obdulio se dedicaba hace un tiempo a hacer guacales para la curtiembres del barrio San Benito (en Tunjuelito), pero manifiesta que después de la pandemia el negocio no volvió a florecer, así que ahora tiene una pequeña tienda al borde de la carretera que atiende junto a su esposa Delia, lo que indica, “le da para la panela”, junto con una vaquita lechera que tiene en su finca.
“Gracias a Dios y a la Virgen santísima con mi musiquita me hago algunos pesos y nos repartimos entre todos (...) Uno no sabe qué día se muere, pero quiero que esa tradición quede en mi hijo, que me reemplace, y que luego mis nietos reemplacen a mi hijo. Así hemos divertido a mucha gente y hay que seguir adelante por eso y no negarse a dar serenatas”, cuenta don Obdulio.
“Nosotros los campesinos somos, ahí si como dice el dicho, lo más valioso para la ciudad, porque si no fuera por nosotros no entraría comida a Bogotá. Todos tenemos el valor de la humildad y somos muy trabajadores. Yo no sé la gente de Bogotá cómo nos verá, pero nosotros somos muy humildes”, comenta el músico.
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Actualmente este grupo de música parranda es una de las 95 iniciativas de artistas, agentes, agrupaciones y organizaciones culturales de la ruralidad de Bogotá que participaron en la convocatoria del premio Es Cultura Rural 2022, lanzado por primera vez por la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.
Se trata de unos incentivos con los que se quiere reconocer, apoyar y visibilizar las experiencias artísticas, culturales y recreativas que se gestan en las zonas rurales y campesinas de la ciudad ubicadas en Usaquén, Suba, Chapinero, Santa Fe, Usme, Ciudad Bolívar y Sumapaz.
Mercado campesino en la Plaza de Bolívar
Para conmemorar el Día del Campesino y la Campesina, la Alcaldía de Bogotá, por intermedio de la Secretaría de Desarrollo Económico, llevará a cabo los próximos 2 y 3 de junio el Gran Mercado Campesino en la Plaza de Bolívar.
Allí se darán cita diferentes productores campesinos de la Bogotá Rural y la Región Central (Cundinamarca, Boyacá, Meta, Tolima y Huila), para ofrecer los mejores productos del campo. Por primera vez luego de dos años de pandemia, regresa este tradicional evento de manera presencial para que los bogotanos puedan encontrar productos frescos y a precios justos, sin intermediarios.