Todos recordamos la primera vez que fuimos a teatro. Si lo pensamos un momento, podremos seguramente recuperar lo que sentimos la primera vez que estuvimos sentados en una sala de cine. Si nos concentramos recordaremos con alguna precisión el eco del primer concierto al que asistimos. Hay muchas creaciones que hablan de eso, del descubrimiento del asombro, del instante en que comprendemos que hacemos parte de algo más grande que nosotros mismos, que nuestro círculo familiar, que nuestro barrio. Contemplar la creación nos conecta con el mundo, nos hace participar de lo universal. Esa es la secreta magia de un teatro, de un cine. Esa es la secreta magia que durante pandemia hemos aprendido a vivir en otros formatos, digitales y al aire libre, y que ahora, cuando empieza la apertura de los escenarios culturales, podremos volver a vivir como antes.
Como antes, pero con cambios, por supuesto. Unos cambios serán visibles: aforos más pequeños para poder garantizar la distancia física, escenarios ventilados lo que significa un reto de montaje y producción, uso constante de tapabocas dentro de las instalaciones. Cambios que garantizan los protocolos de bioseguridad, que nos ayudan a seguir cuidándonos. Los otros cambios serán menos evidentes, pero seguro más poderosos, más importantes. Asistiremos, por ejemplo, más convencidos que nunca de la importancia que tienen las formas de la creación en nuestras vidas, con toda la sorpresa y todo el asombro de la primera vez. Disfrutaremos con mayor certeza de aquello que hemos echado de menos, que hemos extrañado. Comprenderemos, más profundamente que nunca, que un teatro, un cine, un escenario cultural, es todo lo que se teje entre creadores y comunidades, es todo lo que surge de ese encuentro.
El sector de la cultura y las artes ha sido uno de los más afectados por la pandemia, y ha sido también uno de los que más ha puesto de su parte para estar al servicio de todos. Nos acompañaron, nos dieron ánimos, nos ayudaron a recordar que el mundo no se terminaba porque siempre quedan nuevos mundos por imaginar y por crear. Ahora, cuando volvemos a los escenarios, cuando podemos volver a encontrarnos allí, tenemos la oportunidad de agradecerles, de demostrar cuan valiosos son para nosotros. Asistamos. Vayamos a cine, vayamos a teatro, busquemos qué obra, qué concierto, qué película hay estos fines de semana. Qué galería hay cerca a nuestros hogares. Qué café va a tener pequeños conciertos. Asistamos. Apoyemos. Pongamos todos nuestra parte para reactivar y soñarnos una nueva economía alrededor de los escenarios culturales.
Desde la Secretaría tenemos abiertas las convocatorias a los estímulos, estamos en proceso, con varias alcaldías locales, para activar una segunda etapa de #EsCulturaLocal, hemos priorizado recursos y diseñado estrategias que permitan aprovechar los Distritos Creativos. Los creadores también están poniendo de su parte, pensando en pequeños formatos, ajustando sus salas y sus espacios físicos, adecuándose a esta nueva etapa. Todos estos esfuerzos necesitan de ese último, de ese íntimo gesto de complicidad: que las comunidades, que los ciudadanos, asistan. Sabemos que podemos confiar en Bogotá, sabemos que allí estaremos, con los sentidos despiertos, viviendo el asombro como si fuera la primera vez.
Los escenarios abren sus puertas, están listos para recibirlos. Allá nos vemos.
Nicolás Montero
Secretario de Cultura, Recreación y Deporte