Las opiniones de los bogotanos están divididas. Algunos piensan que los grafitis afean la ciudad y otros que la embellecen. Conozca aquí los resultados de la Encuesta Bienal de Culturas 2011, entérese de los acontecimientos más importantes al respecto, y ayúdenos a medir nuevamente la opinión de los bogotanos: ¿el grafiti es arte o vandalismo?
Ninguna de las definiciones académicas o de diccionario que han intentado definir qué es el grafiti ha logrado hacerlo con precisión. Son grafitis los rayones que los niños hacen en las paredes de sus casas, y también los letreros en las sillas de los buses, los baños públicos y las barandas de Transmilenio, escenarios de extensos diálogos entre personas que muchas veces no llegan a conocerse.
Algunos grafitis son únicos y responden a un momento y a un lugar específicos; otros se hacen repetidamente en espacios públicos y privados y sirven paran dejar marcas de estilo, difundir ideas o embellecer las calles. Hay grafitis que apenas miden unos centímetros y otros tan grandes que para hacerlos se necesitan andamios; algunos son dibujos hechos con plantillas y aerosoles, otros están hechos con pinturas y aerosoles, y otros tantos, los letreros que abordan temas políticos o poéticos -entre otros-, apenas son frases que impactan a los ciudadanos por las ideas que transmiten, o por los errores ortográficos con que fueron redactados.
¿Cuáles de ellos son arte y cuáles vandalismo? ¿Son los grafiteros delincuentes o artistas callejeros? ¿Los grafítis, así sean artísticos dañan la ciudad? La Encuesta Bienal de Cultura le hizo esta última pregunta a 13.453 ciudadanos entre octubre y noviembre del 2011, apenas unos pocos meses después de la muerte del joven grafitero Diego Felipe Becerra el 19 de agosto de ese mismo año.
Esto fue lo que la ciudadanía respondió:
Como puede observarse en la primera gráfica, las diferencia de opinión respecto a lo dañino que resultan los grafitis entre hombres y mujeres no supera los seis puntos porcentuales, lo que evidencia una ligera tendencia de las mujeres a ser más resistentes frente a esta práctica.
La desagregación por localidad permite observar cuáles son las localidades más tolerantes con el grafiti y a aquellas que manifiestan más resistencias frente al mismo. La localidad que mayor desacuerdo manifiesta es la Candelaria (60,22% de personas en desacuerdo) y la siguiente es Teusaquillo con 56,48%. En San Cristobal, por el contrario, el 56,25% de los encuestados estuvieron a favor del grafiti, así como en Bosa en donde el 56,17% de la población no estuvo de acuerdo con que los grafittis, así sean artísticos, dañen la ciudad.
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Aspectos importantes sobre la reglamentación del grafiti en Bogotá
Tras el asesinato del joven grafitero Diego Felipe Becerra el 19 de agosto del 2011, las autoridades distritales iniciaron un proceso por regular las prácticas del arte callejero y de las intervenciones gráficas en el espacio público y en las propiedades privadas. Hoy, las opiniones al rededor
A pesar de que el Acuerdo Distrital 482 de 2011 prohibía definitivamente estas intervenciones, el Decreto Reglamentario 75 de 2013, expedido por la Alcaldía Mayor de Bogotá, descriminalizó la práctica y estableció sanciones pedagógicas, pecuniarias y restaurativas para quienes intervenga lugares prohibidos, y aclaró que bajo ninguna perspectiva puede acarrear consecuencias penales o privación de la libertad, salvo en los casos en los que se viole la normatividad ambiental vigente, o se afecten bienes de interés cultural.
Este Decreto asignó una serie de competencias a la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte que van desde divulgar información sobre los lugares e los que está prohibido intervenir gráficamente el espacio público (artículo 4°); acompañar y dar soporte técnico para identificar los lugares a prohibir o autorizar temporalmente (artículo 6°) y, finalmente, desarrollar las estrategias pedagógicas y de fomento de la práctica del grafiti (artículo 9°)."