- ¡Mami, mami! ¿qué vamos a hacer hoy?
- No se Juli. Tu sabes que con la cuarentena no podemos salir.
- Mmmm… ¿y si nos conectamos a una clase de algo?
- ¿Y de qué?
- Pues yo he visto a algunos amigos que bailan algo que se llama capoeira y también que toman clases de dibujo.
- Vale, averigua cómo podemos conectarnos y tomamos las clases.
Así son los niños. Llenos de recursos y de imaginación, de soluciones a lo más grande y también a lo más pequeño. Soluciones que nosotros los adultos tal vez no vemos tan a la mano, por el simple hecho de haber llegado a la adultez.
Queremos que todos los que lean este artículo, recuerden ¿cómo eran de niños o niñas? ¿qué hacían? ¿a qué jugaban? ¿qué se imaginaban ser cuando fueran grandes? Pero también, queremos que recuerden cómo el arte y la cultura permeó sus vidas desde que nacieron.
Porque como dice Ingrid Caro, del Atelier Andrés Loboguerrero, de la localidad de Suba, “el arte, la cultura y la educación pueden cambiar el mundo. Podemos formar seres sensibles, creativos, empáticos... quienes pueden tener una perspectiva diferente del mundo y la vida. Siendo más respetuosos y afines con la perspectiva del otro”.
Ellos destinan su tiempo y esfuerzo a formar niños en técnicas de dibujo desde hace más de 10 años, por el momento están con clases virtuales y recurren a la tecnología para incentivar a potenciales alumnos con tutoriales de diferentes tipos de ilustración.
Y es que para cultivar el talento o hacer crecer ese amor por el arte y la cultura, solo basta tomar una clase de piano, dibujo, o canto desde pequeños, para darnos cuenta de lo que nos gusta, e incluso, para descubrir cuál será nuestro futuro como adultos creadores ya sea como artistas, cocineros, cantantes, etc.
Para Myriam Amaya, fundadora del Centro Artístico y Cultural Abyala “el arte y la cultura son salvadores por la felicidad que les transmite a los niños. Ellos salen de la rutina que tal vez en sus casas no es muy cómoda y se distraen participando en las clases de la academia”.
Este centro artístico dedica su tiempo a dictar clases de capoeira, taekwondo, danza teatro para niños, danza para adultos y gimnasia. Estas actividades han logrado incentivar la actividad física y promover el esparcimiento en los más pequeños.
En tiempo de pandemia, esto si que es importante, producir felicidad a los niños y niñas para que el aislamiento y las nuevas condiciones no rediseñen tanto la cotidianidad de antes, como el ir al colegio, ver a sus amigos, salir a jugar al parque, etc. Por eso es importante recurrir a actividades en la que la imaginación haga de nuestra casa un lugar infinito donde podamos crear mundos insospechados.
Por eso queremos invitar a los adultos a que consientan a los niños y niñas de sus casas y que los comprendamos en el transitar de esta Bogotá Creadora, permitiéndoles ser y vivir cada momento de esta época mágica.