Pasar al contenido principal
Logo Gov.co
Escudo Alcaldía mayor de Bogotá, Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, y Marca Bogotá
  • Sigue a Cultura en Bogotá en Facebook
  • Sigue a Cultura en Bogotá en Twitter
  • Sigue a Cultura en Bogotá en Instagram
  • Sigue a Cultura en Bogotá en YouTube
SpanishSpanish
SpanishSpanishEnglishEnglishFrenchFrenchGermanGerman
Inicio
  • Actualidad
    • Agenda Cultural
    • Noticias
    • Sala de prensa
  • Convocatorias
    • Programa Distrital de Estímulos y Apoyos Concertados
    • Banco de Jurados 2021
    • Ayuda y manuales
    • Preguntas frecuentes
  • Transparencia y acceso a la información pública
  • Atención y Servicios a la Ciudadanía
    • Trámites y servicios
    • Peticiones, Quejas, Reclamos, Sugerencias y Denuncias
    • Canales de Atención y Orientación a la Ciudadanía
  • Participa
  • Institución
  • Sector

Inicio > Bogotanitos > Cuenta la leyenda > El Carrao

El Carrao

 

Cuentan los patriarcas llaneros que hace muchos años, en las inmensas llanuras colombo-venezolanas, existieron dos hombres muy famosos por su autosuficiencia en la vida dura del hombre llanero. Eran compañeros inseparables y conocidos plenamente por apodos como Carrao y Mayalito.

El primero, "Carrao", era uno esos llaneros que nunca conocen el miedo y sienten placer desafiando el peligro. Un hombre resuelto, amigo de los caminos en las noches oscuras, gran experto de la llanura y extraordinario jinete. Ningún caballo había logrado tumbarlo del lomos por muy bravo que fuera, como nunca un toro bravo había logrado tocarlo con sus cuernos.

El Carrao era feliz andando en plenas tormentas nocturnas, no le importaba que su caballo fuera salvaje. Era tanta la confianza que se tenía, que sabía que nunca se caería de un caballo, pues sus piernas habían nacido para domar estos animales.

Mayalito, su inseparable compañero y amigo, por el contrario era su polo opuesto; un hombre aplomado, juicioso y talentoso en todos sus aspectos. Fiel sabedor de que con la naturaleza llanera no se puede jugar demasiado por que es severa, claro que sin dejar eso así, de ser un hombre de gran coraje como todo buen llanero.

Ese era Mayalito, el que hizo un inventario de advertencias a su compañero, las cuales nunca fueron atendidas ni obedecidas, pues la rebeldía y el coraje del Carrao constituían un patrimonio muy suyo, del cual no era fácil olvidarse de buenas a primeras, porque con esas características había nacido.

Una tarde, cuando el sol se escondía y la noche comenzaba a imponer su color sobre la llanura, se advertía en el horizonte cercano una horrible tempestad. Se fue a un gran árbol de mangos y amarró el caballo que estaba trotando, lo trajo al corral, lo ensilló y puso la soga y montándose en el brioso caballo, se despidió de Mayalito. Abrió la puerta de trancas del corral y en medio de candelosos rayos se fue alejando en la oscuridad de la sabana, esta vez... para nunca regresar.

"Mayalito", al ver que su amigo y compañero no regresó, se dio la tarea de buscarlo en todas las noches oscuras por los distintos rumbos de las comunales sabanas, especialmente por las partes que sabía que al "Carrao" le gustaba frecuentar. Fueron muchas las noches que Mayalito anduvo gritando incesantemente a su compañero "Carrao", "Carraooo!!!...", escuchando sólo la respuesta producida por el eco de su voz.

Una noche, Mayalito acortaba una travesía en medio de una tormenta de rayos, a la luz de un relámpago, vio que algo brilló a los pies de su caballo. Se bajó e inspeccionó el objeto, se sorprendió cuando lo identificó, pues se trataba de las zapatas del freno metálico del corral de "Carrao", las alzó y las llevó consigo.

Desde entonces puso énfasis en la búsqueda de su compañero, pensó que algo le había ocurrido y que no estaría muy lejos de allí: Continuó su tarea noche tras noche, hasta que Mayalito tampoco regresó nunca más al hogar. Se lo tragó la sabana junto con Carrao. Mayalito se convirtió en un ave que vuela en las noches oscuras produciendo un canto: Carraoooo, carraooo. A esta ave se le conoce en el llano justamente con el nombre de Carrao.

 

 

Cuenta la leyenda

Hola bogotanitos

  • Biodiverciudad
  • Bogodatos
  • Cuenta la leyenda
  • De la A a la Z
  • El Círculo de la Niñez
  • Juguemos en el bosque
  • Recreacción
  • Érase una vez

top

Servicio a la ciudadanía

  • Atención a la ciudadanía
  • Carta de trato digno
  • Bogotá te escucha
  • Defensor de la ciudadanía
  • Transparencia y acceso a información pública
  • Plan anticorrupción
  • Inspección, Vigilancia y Control a ESAL deportivas y/o recreativas
  • Personería jurídica para los organismos deportivos y/o recreativos
  • Empleo en Bogotá
  • Contáctenos

Entidades de control

  • Personería Distrital
  • Procuraduría General de la Nación
  • Contraloría General de la Nación
  • Concejo de Bogotá
  • Veeduría Distrital
  • Portal de Contratación a la Vista
  • Portal de Contratación - SECOP

Red de páginas del Sector

  • Instituto Distrital de Recreación y Deporte - IDRD 
  • Instituto Distrital de las Artes -IDARTES 
  • Orquesta Filarmónica de Bogotá - OFB 
  • Instituto Distrital de Patrimonio Cultural - IDPC 
  • Fundación Gilberto Alzate Avendaño FUGA
  • Capital Sistema de Comunicación Pública
  • Red Distrital de Bibliotecas Públicas - Biblored

Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte

Cra 8 # 9 -83, Bogotá - Colombia 
Código postal 111711
Conmutador +57 (601) 327 48 50
Horario de atención:
Lunes a viernes 7:30 a.m. a 4:30 p.m.
Correo de contacto con la ciudadanía: correspondencia.externa@scrd.gov.co

Denuncias por actos de corrupción:  Ir al portal Bogotá te Escucha
Notificaciones judiciales

ipv6 ready

Webmail | Intranet | Periódico ciudad viva | Mapa del sitio | Políticas de privacidad y términos de uso | Declaración de accesibilidad 

2022 Alcaldía Mayor de Bogotá D.C © Todos los derechos reservados.