Foto: SCRD
Nicolás Montero Domínguez
Secretario de Cultura, Recreación y Deporte
Los vínculos entre creación y territorio transforman las formas de habitar. Un espacio donde la creación se reconoce desde la cotidianidad es capaz de renovarse, de repensarse, de renacer a lo largo de su historia aprovechando todos los aprendizajes para potenciar las capacidades de la comunidad que lo habita, para reforzar los vínculos sociales que se tejen en las interacciones diarias, para proyectarse hacia el futuro que desea ofrecer a la ciudad y al mundo. El Bronx Distrito Creativo es una muestra clara de esto, de renovación, de reflexión, de renacer. Una muestra clara de que cuando ponemos a la creación y a la ciudadanía en el centro conseguimos cultivar lo mejor de Bogotá.
Son cinco años de trabajo, de sumar esfuerzos y unir capacidades, los que ahora nos permiten observar, con orgullo y compromiso, los cambios que de alguna forma anticipan el enorme potencial y el papel central en la renovación del centro de Bogotá que tiene el Bronx. Estamos hablando de cinco años a lo largo de los cuales este territorio se ha convertido en un símbolo de transformación a través de la creación colectiva, de las apuestas por la convivencia, de la recuperación del tejido social. Son cinco años que sirven de prólogo a todo lo que aquí seguirá ocurriendo en adelante: la posibilidad de pensar y repensar a Bogotá, de creer que la transformación es posible, que a través de la cultura y la creación podemos impactar los territorios para enriquecer la experiencia de la ciudadanía y ampliar los mundos posibles dentro de ellos. El Bronx renace, y eso significa todo un horizonte de opciones, de recuperación económica, de inversión, de encuentros, que está y estará disponible para los ciudadanos y las ciudadanas de Bogotá.
El Bronx renace, y esto es gracias a los esfuerzos conjuntos de instituciones y comunidad. El trabajo de mutuo acompañamiento del que el co-laboratorio de creación y memoria “La Esquina Redonda” es ejemplo marca una pauta, una guía, para lo que continuará ocurriendo en este espacio. Lo mismo sucederá con la recuperación de los edificios que albergaban la antigua sede de la facultad de medicina de la Universidad Nacional. Los procesos de creación ciudadana y cotidiana habitarán estos espacios para garantizar que este nuevo renacer sea fértil en belleza y en oportunidades, para que desde el centro de Bogotá sigamos llevando al resto de la ciudad un mensaje de resiliencia y construcción colectiva.
Que eso sea este espacio. Un ejemplo para Bogotá, de que podemos crear juntos para transformar realidades, de que podemos crear juntos para abrir caminos que nos acercan al futuro, a la Bogotá del siglo XXI.
